jueves, 24 de enero de 2013

House


Por fin (y con mucho retraso), he terminado de ver House. Al completo. De modo que he decidido dedicarle una pequeña entrada como homenaje a esta serie. Estoy segura de que alguien está diciendo: ¿le dedica una entrada a House? La serie no se merece algo así. Bueno, es cierto que en las últimas temporadas no se lo merecería, pero sí hubo un tiempo en el que era merecedora de más entradas, incluso.


No hay nada que pueda decir de House que no se haya dicho ya. Es irreverente, impulsivo, descarado, insultante y también un jodido genio. A todo el mundo gusta y todo el mundo lo rechaza. ¿Por qué? Pues porque es un calco de Sherlock Holmes y cualquier imitación de Sherlock Holmes, debe ser buena. ¿Hace falta que repita que Holmes y House se parecen fonéticamente? ¿Que el mejor amigo de uno se llama Watson y el de otro se llama Wilson? ¿Que el primero es adicto a la cocaína y el segundo a la vicodina? ¿Que ambos viven en el 221b de Baker Street?


Recuerdo que vi la primera temporada en dos días, cuando la serie aún era buena, cuando te enganchabas a sus provocaciones, cuando hacía genialidades en todos los capítulos. Y recuerdo que esa adicción se me fue pasando hasta que no me importó terminar de ver la serie mucho tiempo después de haberse emitido en televisión.


Pero hay tres capítulos, tres genialidades, que merece la pena mencionar.

El tercer puesto lo ocupa el capítulo posterior al que a House le disparan. En este capítulo, House tiene un caso que no puede resolver, como siempre, pero al final de mismo, House hace una bestialidad: mata al paciente a propósito. ¿Por qué lo hace? El mismo responde a la pregunta: “para despertarme”. Así se descubre que House estaba en coma y gracias a esa bestialidad despierta.


El segundo puesto lo ocupa el capítulo de la vicodina, cuando House descubre que su adicción a la vicodina está trastornando su mente y le está volviendo psicótico. El final del capítulo, en el que Amber (la cual estaba muerta en ese momento) le susurra al oído y él descubre que todo lo que ha sucedido en el capítulo ha sido producto de su psicosis, es realmente impactante.


El primer puesto, el mejor capítulo de la historia de House, y uno de los mejores que haya visto jamás en televisión sobre cualquier serie, es el capítulo en el que House tiene un accidente de autobús y hay algo que no recuerda. Durante todo el capítulo hay una mujer que trata de hacerle recordar lo que ha sucedido. “¿Qué es mi collar?”, le pregunta ella. “¿Cómo me llamo?”, le pregunta después. Durante un buen rato, esas preguntas se repiten. Al final, el espectador se fija en el que su collar es de ámbar y ella, obviamente, es Amber, la antigua ayudante de House y actual novia de Wilson que iba con él en el autobús y está a punto de morir.


Podéis decir lo que queráis, pero solo por llegar a ver el capítulo que ocupa el primer puesto, merece la pena ver toda la serie.


¿No creéis?

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