jueves, 20 de marzo de 2014

De manga

Hoy, para retomar una nueva temporada en el blog después de un parón por motivos maternales, vamos a hablar de manga.

Quien me conoce sabe que me encanta leer manga. ¿Por qué? Porque es otra forma de contar una historia. Después de un parón de leer manga (y todo en general), he retomado algunas series que tengo abiertas y he sido consciente de una cosa: de que existen dos tipos de manga.


En el primer grupo están los mangas que yo llamo “alargados”. Pertenecen a este grupo la mayoría de las series manga. Un mangaka empieza una serie, esta es buena, tiene éxito y la alarga hasta la saciedad. El manga es muy bueno, al menos al principio, y llega un momento en el que el lector es consciente de que la serie se está alargando de forma innecesaria. Entonces, se pregunta si la serie sigue el curso original o si el autor se está sacando nuevas tramas de la manga para continuar con su éxito. Según mi opinión, pertenecen a este grupo series como Naruto y, muy a mi pesar, Bleach.


¿Por qué se produce esto? Creo que por la forma de edición que tienen los mangas. Cada capítulo se publica en una revista y no hay límite de espacio. Si fuera un libro o una película, las salas de cine o las editoriales ponen un límite para su venta al público. Pero al ser publicados semanalmente en revistas, cuanto más se alargue la serie, más números de esa revista se venden.


Además de este grupo hay otro, que son los mangas realmente buenos. Son aquellos cuya historia no se alarga innecesariamente, los que siguen su curso natural de principio a fin, aquellos de los que el lector no se cansa.


Y no me refiero a series cortas, hay algunas largas que pertenecen a este grupo y series cortas que pertenecen al anterior. Según mi opinión, series no alargadas pueden ser 20th Century Boys, Fruits basket o Fullmetal Alchemist.


Existe un grupo intermedio, aquellas series que, siendo muy buenas y siguiendo el plan original de principio a fin, el autor decide alargar la serie con una coda, un añadido después de la historia. Me refiero a Death Note, que siendo buena hasta el tomo 7, creo que los siguientes sobran. Y, aunque antes he mencionado Bleach, cuando termine la serie veremos si debía haber acabado antes o está alargada.


Y llegamos a la serie del dilema, la serie que ha hecho que me plantee todo esto. Me refiero a Vampire Knight, una serie que, hasta el momento ha pertenecido al segundo grupo y que en la actualidad me está haciendo replantearme si no pasarla al primero. La serie, de la que hablaré con detenimiento más adelante, empieza siendo un shojo muy shojo y en un momento de su historia, pasa a ser un shonen muy shonen.


 Durante varios tomos demuestra que es una gran serie, con muy buenos personajes y un dibujo aún mejor. Pero en los últimos capítulos que estoy leyendo empieza a parecer que se está alargando sin motivo. El problema es que hasta que una serie no termina no se sabe si ha sido alargada o no, porque igual todo forma parte de un plan maestro de su autor. Seguiré observándola y decidiré en qué grupo la encuadro.

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